Angola enfrenta desafíos en su relación petrolera con China

Angola enfrenta desafíos en su relación petrolera con China

Desde hace más de diez años, Angola compite con Arabia Saudita como proveedor de petróleo de China. Aunque fue el mayor productor del continente entre 2008 y 2010 y el segundo como proveedor del gigante asiático, su producción actual es la mitad de la de hace 15 años. La disminución de la producción y la creciente conexión de China con nuevos proveedores, particularmente del Golfo y Rusia, han debilitado los lazos comerciales entre Angola y China.

La OPEP dice que Angola está tratando de mantener su producción de petróleo crudo cerca de 1 millón de barriles por día mientras busca una mayor flexibilidad en la producción y las exportaciones. Sin embargo, a largo plazo la situación se complica por la reducción de reservas y la limitada capacidad de producción.

En 2010, Angola era el segundo exportador de petróleo después de China, pero en 2023 cayó al octavo lugar. Las relaciones entre ambos países se remontan a la Guerra Civil de Angola, cuando China financió la reconstrucción. Angola ha utilizado sus exportaciones de petróleo para pagar préstamos, pero la caída de los precios del petróleo y la competencia internacional están dificultando esta estrategia.

Los expertos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) esperan que la producción de petróleo de Angola caiga a 0,35 millones de barriles por día en 2028. Desde 2003, Angola ha luchado por mantener su producción por encima del millón de barriles, excepto durante los períodos más críticos de la pandemia.

La caída de la producción de petróleo en África, incluida Angola, se ha atribuido a problemas de infraestructura, falta de mantenimiento y, en algunos casos, inestabilidad política. Mientras tanto, China ha fortalecido sus relaciones con otros países productores como Emiratos Árabes Unidos y Rusia.

Aunque se espera un lento crecimiento del sector petrolero en 2024, los economistas advierten que la producción seguirá siendo limitada debido a la disminución natural de las reservas y la necesidad de modernizar las infraestructuras. Angola, que depende en un 95% de sus exportaciones de petróleo, enfrenta un panorama complicado en sus relaciones económicas con China.