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En la última reunión de agentes sociales para llegar a un acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral en 37,5 horas se mantuvieron posiciones que imposibilitaron al Gobierno convocar su primera gran sesión tripartita de la legislatura. Según el Gobierno, la CEOE interrumpió el diálogo social e intentó iniciar una negociación sobre la reducción de la jornada laboral con un aumento paralelo de las horas extraordinarias anuales, actualmente fijadas en 80 horas.
En la tercera reunión tripartita, detrás de la mesa de negociación bipartita entre CEOE, Cepyme, UGT y CC.OO., el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, confirmó que los representantes del patronato no habían presentado ninguna propuesta concreta sobre el reducción de jornada. Además, el argumento fue “negar el objetivo” de la negociación tras cinco meses de conversaciones. Pérez Rey dijo: “Esta es una negociación seria”.
Pérez Rey criticó la actitud intransigente del patronato y sugirió que la postura de CEOE estaba influida más por consideraciones ideológicas que por una voluntad de diálogo. A pesar de la falta de avances, el gobierno continúa contactando a los negociadores del país, tratando de avanzar en la discusión.
El Gobierno también discutió con CEOE y Cepyme posibles medidas compensatorias, como el aumento de horas extra, para mitigar el impacto económico y organizativo de reducir la jornada a 37,5 horas. Según Cepyme, el coste directo en términos salariales sería de 12.000 millones de euros, mientras que el impacto económico global podría alcanzar los 42.000 millones de euros.
Pérez Rey aseguró que la negociación continuó rápidamente con los sindicatos, pues aún faltaban aspectos técnicos para resolverla. El objetivo es finalizar un texto que pueda ser presentado al Parlamento “lo antes posible”. La próxima reunión está prevista para el lunes, aunque el futuro de las negociaciones dependerá de la voluntad del propietario de cambiar de postura.
Por su parte, Fernando Luján de UGT y Raúl Olmos de CC.OO. insistieron en la necesidad de respetar el acuerdo de acortar la jornada y expresaron su deseo de obtener un acuerdo tripartito. Ambos sindicatos subrayaron la importancia de reducir la jornada laboral, afirmando que esta medida beneficiaría tanto a las empresas como a los trabajadores y al país en general.
Los sindicalistas también anunciaron que, aunque aún no han leído el texto final, esperan poder participar en el Congreso antes de septiembre, considerando que es poco probable que eso suceda en julio.
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