La inflación en la zona del euro mostró una ligera mejora en julio y se mantuvo por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). En septiembre, el índice de precios al consumo fue del 2,6%, mejorando ligeramente desde principios de junio. La inflación en la Unión Europea se mantuvo en el 2,8%.
Según Eurostat, Bélgica lideró la inflación de la zona del euro en julio con un 5,4%, seguida de Estonia y Croacia con un 3,5% y un 3,3%, respectivamente. En toda la UE, Rumania, Bélgica y Hungría registraron las tasas de inflación más altas, mientras que Finlandia tuvo la inflación más baja, solo el 0,5%.
Con una inflación del 2,9% en julio, España ocupa el puesto 11 en la UE, por debajo del 3,6% de junio y del máximo del 3,8% de mayo.
El sector servicios fue el principal impulsor de la inflación en julio, contribuyendo a un aumento del 1,84%. Los precios de la energía también aumentaron un 1,2%, mientras que los precios de los alimentos frescos aumentaron un 1%. El indicador más seguido del BCE se mantuvo en el 2,9% anual en julio, lo que refleja la estabilidad de las cifras.
Estos datos llegan en un momento crítico para el BCE, que lleva ajustando su política de tipos de interés desde junio. Después de un aumento previo de 450 puntos básicos en varias reuniones, el BCE se mostró cauteloso ante nuevos recortes de tipos de interés. En junio, los tipos de interés oficiales se incrementaron hasta el 3,75%.
Finalmente, el Eurogrupo pidió la introducción de políticas fiscales más restrictivas para abordar la crisis energética y enfatizó la necesidad de una coordinación efectiva entre las políticas fiscales y monetarias.