“Para bien y para mal, estamos contentos de estar en Montjuïc”. La frase sube al escenario del Estadio Olímpico Lluís Companys. Una de las directivas que se adapta para no perder ninguna parte del Barça asegura que la transición a casa en la montaña mágica beneficiará a la entidad catalana. Una situación que paradójicamente ayuda al equipo de Xavi, así como al ayuntamiento. “Es cierto que es un estadio frío y lejano. Cuando el equipo va bien no se olvida la bondad de la gente. No es un campo donde abres filas. Pero también es beligerante en los males”, añade la misma fuente. Además, como los abonados no mantienen los mejores asientos jornada tras jornada, al mismo tiempo se crea complicidad con la pasión. Otra suerte para Joan Laporta y para Xavi. “Cuando estés siempre con las mismas personas genera confianza y libérate. Ahora como no se sabe la afición porque siempre estamos con nuevos compañeros de rango, al menos no hay poder de enojo contra nosotros ni contra el entrenador”, permanecen en los despachos.
Una vez pasada la temporada, los medios públicos en el Camp Nou fueron 83.486 espectadores (99.354 aforo). Lo dices tú, un agujero del 84%. Esta campaña la media bajó a 41.215 (49.472). Un 83%. En el día de la temporada, sin embargo, la asistencia fue de 50.112. “Se vieron obligados a ir con viento de poca visibilidad”, justifican desde el club. En términos relativos, nada ha cambiado demasiado en Can Barça. Sin embargo, la diferencia que se aplica al azul claro se ha reducido prácticamente en un 50%. “El juego del equipo también ayuda”, si se pregunta desde los despachos, que hay que saber que las distancias hasta el baile de Montjuïc serán superiores a los 55 mil que se han calculado al principio de tiempo. “Hicimos todo lo posible para que el estadio estuviera lleno, pero la situación es como está”, insistieron las dos fuentes. El frío del Estadio Olímpico se manifiesta tanto en la copa como en las estadísticas de los tantos Xavis.
En 2024, el Barcelona es el equipo de las cinco grandes ligas que más goles ha marcado a nivel local: 23, Frosinone (22, 14 en la tabla de la Serie A) y Cagliari (18, ocupa la anterior posición en la liga italiana). Nisiquiera Ter Stegen, que regresaba tras más de tres meses de ausencia, supo frenar el descontrol del público barcelonista. El vestido apunta hacia la dirección deportiva. “No hubo recambio para Busquets, ese era el equilibrio. Y en defensa hay muchos jóvenes”, explica uno de los mejores jugadores del grupo. En el cuerpo técnico se alinean con sus jugadores. “Esta planta es la misma que el año pasado. Agregaron referencias que no fueron tomadas y trajeron otras que no necesitábamos”, aseguró. Este curso del Barça ha totalizado 50 goles en 35 partidos (1,42 por duelo). El año pasado, 46 a 53 (0,86).
En el área deportiva no coincide con el análisis de personal y la ropa. “Tenemos un esfuerzo muy grande. Sabes que no recibes dinero. Por eso no les importa que se arrepientan porque van a Kimmich y a Bernardo Silva”, responde al equipo técnico, al tiempo que ellos responden a los jugadores: “Muchos están pensando en la Eurocopa” . El enfado de la directiva con los jugadores no es nuevo. De hecho, el día de la derrota en Montjuïc ante el Villarreal (3-5), la comisión deportiva se mostró más molesta con los jugadores que con el cuerpo técnico. Pero Xavi tomó medidas. “Nos hemos quedado en una posición de debilidad”, recuerdan los despachos.
Pese al enfado de Laporta en el escenario entre el equipo ante el Granada, la dirección sigue siendo la continuidad del técnico catalán. El fuego llegó en la previa de la Champions ante el Napoli. “Después ya se verá”, explicó en la directiva. Laporta entiende, sea como sea, que si bien Xavi no se libera del consejo de presidencia, todo lo contrario. Si la dirección deportiva no es activa en el cambio, el enfado de la zaga puede ir en contra del presidente. Un mensaje que sigue la directiva. Y fue precisamente en esa campaña cuando la junta devolvió la presidencia a Les Corts. “¿Te imaginas lo que hubiera sido este año en el Camp Nou?”, se pregunta, con alivio, un directivo. Montjuïc, en definitiva, el castigo y el consejo del Barça.
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